lunes, 21 de septiembre de 2015

¿Cuándo comenzará la gran guerra?.

                     Se percibe por el ambiente que una gran guerra se acerca. Las grandes potencias se arman hasta los dientes, mientras que el resto del mundo sufre una crisis económica grave. Los parlamentos de muchísimos países trabajan arduamente para aprobar leyes inicuas, los intelectuales trabajan a tiempo completo en negar la verdad.
                     La gran masa de la población vive el día como si nada pasase. Los pequeños grupos religiosos esperanzados en las profecías acerca del fin del mundo anuncian una y otra vez que se viene el Gran Castigo de Dios. Los modernistas por otro lado pregonan un mundo nuevo con otro Cristo, el Cristo que ha depositado sus esperanzas en el mismo hombre.
                     En medio de este ambiente caótico la apostasía avanza a pasos agigantados. Las sociedades secretas afianzan sus fuerzas en lograr un Gobierno Mundial. El fariseísmo se infiltra por todos lados, viejas mojigatas aparecen con sus cabezas cubiertas culpando a medio mundo de lo malo que está el mundo. Ellas ven la paja en el ojo ajeno, pero no ven la viga en el propio.
                   Millones de cibernautas deambulan por la red buscando curiosidades. Aparecen profetas, videntes, eruditos, Genios de la lámpara mágica dando recetas para todo siendo remunerados por google por el número de visitas que reciben. Todo parece normal, pero no lo es, los intelectos se encuentran atrofiados debido a la contumacia que causan los vicios de los hombres.
                 Catástrofes naturales afloran por doquier, guerras y rumores de guerra fluyen sin que nadie se sensibilice con las grandes víctimas. Se viene la escasez y la opuncia a la vez. Cada vez menos ricos, pero con mayores fortunas personales y cada vez más pobres que sufren más su miseria. La cultura se pierde y se la confunde con el avance tecnológico, el engaño es general, incluso llega hasta los menos ingenuos.
            El Papa argentino sigue pregonando un mundo nuevo, un nuevo hombre ya emancipado de sus antiguos estados primitivos, más libre, más maduro, más llano a escuchar el mensaje de la nueva revelación del hombre moderno. Millones lo escuchan por el mundo, visita Cuba en medio de un gran jolgorio, todo se envuelve en un ambiente de gran alegría de este líder religioso.
            La palabra verdad ya desapareció del léxico colectivo, a nadie le importa, lo que vale es la humanidad redimida, el nuevo hombre divinizado por su poder tecnológico. Más de treinta mil ojivas nucleares esperan ser utilizadas en todo este horizonte caótico, por ello muchos gobiernos de países desarrollados gastaron millones de dólares en construir refugios subterráneos para proteger una elite política que forme la base de la nueva casta gobernante cuando queden muy pocos.
             A doscientos metros bajo tierra se ocultan bunkers al lado de lagunas subterráneas que les permitan refrigerar los equipos electrógenos que servirán por años como fuentes generadoras de la energía de los sobrevivientes de la gran catástrofe. Todo está planificado, absolutamente todo, las reservas de comida, las autoridades que deben llegar a los refugios, las armas que guardarán, la ropa, los uniformes, los gobiernos que representarán, los trajes anti radiación que se eliminaran para no contaminar el interior del bunker.
             Sólo basta apretar un par de botones y el video juego comenzará a operar. ¿Cuándo será el tiempo?, la respuesta es obvia, cuando el líder mundial de los hermanitos tres puntos dé la orden final de lo que vinieron planificando siglo tras siglo. Lo que tenga que pasar pasará, independiente si lo rechacemos o aceptemos, todo funciona en frente de nuestras narices sin nuestra voluntad.
            Desaparecerán países y ciudades completas, no habrá rastro de civilizaciones pasadas, el conocimiento científico retrocederá por más de mil quinientos años, la evolución del hombre que tanto se pregonó después de Darwin quedará truncada por la cruda realidad. 
           Pese a todo, la destrucción y eliminación de la raza humana no sucederá, Dios reservó ese papel para sí, el le dio al hombre vida sacándolo del barro de la tierra y será Él mismo que lo vuelva a ella.  La Segunda Venida de Cristo marcará el acontecimiento final de nuestra historia, será el comienzo y el fin de la misma, todo sucederá conforme a lo que Dios permite que suceda por el bien de los elegidos.
             La civilización del hombre moderno tendrá su fin, al igual que la tuvieron las antiguas civilizaciones, lo que vendrá, eso sólo lo sabe Dios.